Como he escrito muchas veces hay lugares del mundo que te llaman. A mi eso me ha pasado con algunos como Barcelona; Londres o Cabo Norte. Otro de esos polos de magnetismo viajero es la preciosa tacita de plata: Cádiz.
El pasado mes de Octubre subimos de nuevo al coche y nos echamos a la carretera, esta iba a ser la segunda vez que pisara aquella ciudad y provincia. Sin duda visitarlo en estas fechas fue un acierto, libre de marabuntas y otoñalmente tranquilo, con una climatología perfecta y una luz especial.
La experiencia fue estupenda como siempre en Andalucía , que es uno de los mejores sitios del mundo.
Nos hospedamos en un apartamento en el Puerto de Santa María (Palacio de Luja)que no puedo mas que recomendar, céntrico y con magnifica relación calidad precio. A 10 minutos andando (tranquilamente) del barquito que te lleva por 2 € Cádiz y sin necesidad de volver a coger el coche. El viaje en barco (transporte público) es muy, muy bonito, merece la pena. Para los que sean de gran ciudad puede ser hasta doloroso compararlo con la angustiosa y lúgubre experiencia de meterse en ese agujero que llaman metro.
Atardecer en el tte público, igualito que el metro... |
Luego El Puerto es un muy buen sitio para pasear lleno de ambiente callejero y esencia sureña, aunque se queda pequeño pronto.
Cádiz sin embargo es una ciudad, con un casco que es de verdad histórico y una luz absolutamente mágica, esas calles llenas de vida, no como en otras ciudades donde el centro es para guiris o para oficinas. Gran oferta gastronómica a unos precios de verdad sorprendentes.
Barrio del Mentidero |
Centro de Cádiz, hora de la siesta |
Otro día visitamos San Lucar de Barrameda , que una vez mas me encantó y donde probamos las mejores tortillas de camarón del mundo , sin discusión alguna. Esa pequeña ciudad es un sitio donde me iría a vivir sin dudarlo. La calle llena de gente, el mercado de verdad con mujeres vendiendo a gritos la mercancía; los bares llenos de paisanos; la playa vacía.
La playa de Sanlucar, muy vacía |
El mis o dia de Sanlucar visitamos por pura curiosidad mia la villa de Rota, que me sorprendió. Resulto ser un sitio precioso con un par de playas magníficas y un barrio interior protegido por murallas muy coqueto.
Rota por dentro |
Rota por fuera |
Después de un sueño reparador, al día siguiente, de nuevo al coche, 700kms y a casa con un sabor de boca muy bueno. Deseando volver.
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