viernes, 24 de junio de 2011

Una tragedia clásica


Hace más de un año, en los “albores de este blog" que dirían en interecoMOMIA escribí un artículo sobre Grecia. Algún buen amigo me acuso de meterme en un berenjenal, básicamente por mi desconocimiento de temas de macro-economía y de temas financieros. Tenía razón, eso no es lo mío.

Hace un par de semanas tuve la ocasión de compartir mesa y charla con un viejo amigo nacido en Atenas, residente en Londres. El tipo es matemático de profesión y quizás por eso tiene un carácter que va desde lo analítico hasta lo mas creativo en una amplia gama de matices. Un tio interesante.

Hablamos de la vida y de las circunstancias, de su trabajo en la city, de su tierra natal. Me conto que desde Grecia miran a España y les admira el movimiento 15M, me contó que cada día salen a la calle cientos de miles de sus paisanos y que los medios lo callan; me conto que están cansados de que les señalen con el dedo como si cada uno de sus paisanos tuviera la culpa de la crisis mundial. Me dijo que a veces desde la plaza de Sintagma la gente grita para que les devuelvan su futuro.

Juntos delante de una cerveza, una calurosa noche, con el bullicio de la calle a nuestro alrededor, en uno de esos momentos en que parece que el mundo se puede arreglar decidimos que nosotros, los países periféricos, los PIGS, deberíamos emanciparnos del norte, de los mercados, de los gringos y del sursuncorda. Crear un mundo alrededor del Mediterráneo con nuestras normas, con nuestros talentos y capacidades, con la grandeza que nos da la historia. Entendíamos que esto era imposible, pero bromeando vi claro el asunto.

Por siglos que antes de que los complejos de inferioridad y el honor nos agarraran, nosotros los pequeñajos y morenos creamos de la barbarie una cosa que se llama democracia; inventamos la ingeniería y navegamos hasta que dominamos este charco y luego para descubrir nuevos continentes. Fuimos nosotros, los griegos, los portugueses, los italianos y los españoles los que dimos sentido a este mundo.

En este periodo histórico parece que todo aquello ya no importa, parece que por encima de todo están los mercaderes del norte. Llevan 400 años siendo ricos, haciendo dinero de la pobreza de otros. Sin escrúpulos, sin mas ideales que el dinero.  Desde Holanda se comercia con diamantes de sangre, desde Wall Street se mercadea con la crisis de los pueblos. Otra vez los mercaderes ocuparon el templo.

Ya se han olvidado de lo que hicimos por ellos. Creamos el arte y la filosofía, la política y la ética, la mitología; las matematicas; los heroes; las leyendas y la lengua. Hicimos al hombre persona y le dimos horizontes. Se han olvidado de lo que nosotros y sobre todo de lo que Grecia hizo por ellos. Esa es la gran tragedia. Eso sí que es lo mío.

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