domingo, 11 de enero de 2015

Siempre nos quedara Paris





Estuve en París allá por 1996, que se dice pronto. 

Todavía recuerdo las calles mojadas y al profe que nos acompaño en el viaje de estudios diciendo que la ciudad nos había recibido con su tiempo típico. 
Me impresiono, me dejo huella. Era la primera vez que veía una ciudad tan grande; tan cosmopolita, una ciudad de la que había oído , con la que había soñado.
 Durante muchos años escuche por la radio los finales de etapa del Tour de Francia, sobre todo el del último dia, cuando siempre ganaba Indurain. Casablanca y la lluvia en la estación. La nota de Ilsa cuyas palabras se desvanecen al tiempo que se moja el papel, igual que la alegria de vivir de Rick. El barrio latino y las algaradas de jovenes que hacen la revolución porque eso es ser joven en 1968 o en 1789. La ciudad donde todo es posible, hasta que Woody Allen haga una cosa como Midnight in Paris que despierte las mentes adormiladas y haga soñar a los aburridos.

No he vuelto por allí, pero prometo públicamente y por escrito que lo haré, entre otras cosas el Louvre me debe una visita mas calmada y las calles me llaman, ahora que ya he vivido y viajado quiero saborearla mas y mejor.

Esta semana París ha sido noticia porque la atrocidad mas grande , la desgracia  mas inconcebible ; el caos y la barbarie la han puesto en primera linea. El Yihadismo ha dejado para siempre en la ciudad del amor su  marca sangrienta , indeleble y pestilente. Donde se parieron las libertades individuales, y en la república mas laica, los extremistas religiosos financiados por Al Qaeda en su carrera por el terror máximo desde el pasado miércoles hay un lugar marcado: Allí , en la redaccion de Charlie Hebdo  quisieron acabar con la libertad de expresión.

Hoy toda Francia ha salido a la calle a defender las libertades y los derechos humanos, una vez mas.

Hoy el mundo mira a las orillas del Sena y sabe que siempre, siempre le quedara (nos quedara)París, allí nació el hombre moderno, allí se idearon los valores de la civilización occidental , allí alguien pensó que todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiera y a decirlo. Y hoy después de un ataque cobarde y sin sentido la ciudad ha vuelto a latir, ha vuelto a gritar que queremos ser libres, contra todo extremismo y opresión. Hoy todos somos parisinos, todos somos Charlie porque París es la ciudad donde todos de una manera u otra nacimos, y Charlie es la libertad en la que creemos.






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