sábado, 25 de febrero de 2012
Un café en la Piazza Navona
El sol invita al paseo; la mente despejada aumenta el riego, se siente la primavera y huele a pintura fresca en la calle.
El café filtra suavemente el agua, colorea con su aroma la terraza, oigo el bullicio lejano de la urbe, claxones, griterío y caos.
Los geranios alumbran los balcones y la historia fluye sin esfuerzo. Los japoneses se esconden detrás de sus cámaras y los guiris bajo los estrambóticos sombreros.
Brilla el día, brilla la plaza y las gentes admiran a los artistas que se aburren fumando e intentando pescar algún comprador. Dos novios maduros comparten besos de esquina, adoquines y tiempo. Se para la vida para ellos, esboza una sonrisa el mundo en la Piazza Navona.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Noches de un segundo
No dejes de soñar porque en sueños es libre el hombre. W. Whitman. Hay noches que duran un segundo y verdades tan efímeras que parece que n...
-
No dejes de soñar porque en sueños es libre el hombre. W. Whitman. Hay noches que duran un segundo y verdades tan efímeras que parece que n...
-
Se suele pensar que los toreros saben mantenerse dignos y honorables a pesar de estar teniendo una mala actuación en la plaza, y que a pesa...
-
Son, como no, proposiciones para el lector que quiera proponerse cosas. Por supuesto esto es interactivo y agradezco todo tipo de sugerenci...
No hay comentarios:
Publicar un comentario