martes, 22 de enero de 2013

Envidia Obama



 Ayer tuve la ocasión de ver la ceremonia de investidura de Obama. Casi lloro, lo prometo, de envidia. 

La presencia del presidente absolutamente imponente. Su familia sin yernos extraños ni ladrones. La imagen de una institución  sobria, con la dignidad de que le otorga el haber sido elegido democráticamente, no por gracia divina. Cientos de miles de personas en el mall asistiendo al momento histórico que es cada vez que se nombra un nuevo presidente, fiesta nacional y de la democracia mas antigua del mundo. Envidia.

Él , sublime con el dominio de la escena que hace que Obama sea un presidente 2.0; calmado directo y haciendo sentir a cada uno de los que lo veíamos que nos hablaba a nosotros directamente. El discurso  como mandan los cánones repitiendo constantemente la idea principal: We the people (Nosotros el pueblo) que es como comienza la constitución de EEUU y que resume el espíritu de la república. El presidente incluyéndose en la masa. En la que incluyó a inmigrantes; gays; mujeres y todo tipo de personas que un sufren discriminación. Envidia. 

El ratito que duro la actuación del jefe estuve pegado a la pantalla, ensimismado y al mismo tiempo y sin poder evitarlo haciendo odiosas comparaciones. Entre ellos y nosotros. entre su liturgia democrática y nuestra atontada cleptocracia. Comparando el dominio de la situación de Barack Obama y el eterno juego del escondite de nuestro Mariano. Comparando su we the people con el también suyo yes we can. Su capacidad para hacer historia con nuestra ruin ineptitud para ser sencillamente un país normal.

A veces uno desearía haber nacido en otro sitio. Desearía que cada vez que cambia, o continua, un gobierno aquí hubiera motivos para celebrar y no rencores y herencias. Desearía que desde 1776 tuviéramos el poso de la democracia, y no el de curas; reyes sinvergüenzas; dictadores y corruptos.

Me encantaría en definitiva no tener que sentir envidia. Cierro la entrada con una frase que aquí hubiera sido menospreciada y de la que las diversas cavernas se hubieran cachondeado de lo lindo, pero que es de esas que forman parte de los libros de historia:

Let us answer the call of history, and carry into an uncertain future that precious light of freedom. —President Obama

Déjennos contestar a la llamada de la historia, e iluminar el futuro incierto con la llama de la libertad. Presidente Obama.

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