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| La Manga desde Lo Pagan |
Mientras tomaba un café en esta mañana libre andaba yo distraído en mis cosas y de pronto me di cuenta...ya los oigo llegar, las hordas de turistas ansiosos de sangría y cerveza fría ; la música rancia de discoteca de pueblo; los atascos a la salida de Madrid. Los oigo llegar, y aunque no me gusten, me alegro.
Esta parte de mi Murcia necesita a esa gente que una vez al año viene a descansar de la ciudad triplicando la población de los pueblos de la costa convirtiéndolos en agobiantes. En esta orilla del mediterráneo que sangra con recortes y vueltas al pasado necesita una inyección de vil metal para poder respirar. Por eso desde tiempos de Franco les damos la bienvenida con un clima asfixiante y un mar cálido donde los haya. También con una hospitalidad proverbial heredada de nuestros orígenes morunos. Mi casa es tu casa.
El Mar Menor a reventar, como una pústula irredenta; La Manga un embudo de antología ; los de Chamartín o Alcobendas (todos capitalinos) con su soberbia típica; los asturianos con su calma magnifica; los guiris con sus chanclas y calcetines; los albaceteños sonriendo al mirar el mar; los murcianos en su jardín. Todos de vuelta al patio de su recreo; todos bienvenidos.
Mientras tanto los que pasamos aquí el ventoso invierno; seguiremos yendo a los mismos sitios; nos asombraremos de como esta de "petada" la playa de Los Narejos; visitaremos con cuidado Calblanque y recibiremos múltiples visitas domingueras con las que en Enero no nos atreveríamos a soñar.
Bienvenidos todos, el verano ya esta aquí.
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| Un café en el "Chinguirito" de Los _Narejos |
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