Atardecer en mi casa |
Ultimamente me ha dado por darle al pedal en los ratos libres. Además de tonificar glúteos, que es lo principal en los tiempos que corren, esto me da la posibilidad de andurrear por los campos aledaños a mi residencia, y oler el estiércol (lo del aire puro es una milonga), y respirar el aire pausado de la vida rural. Esta afición me da la posibilidad de distanciarme aun mas de la polución, los coches , el ajetreo y el griterío.
La bici es un excelente ejercicio psicológico, ya que pedaleando solo, sin mas compañía que tu cansancio, te sumes en una especie de introspección que te hace conocer cada latido y cada punzada de dolor con un realismo, que en la ciudad, entre claxones, puertas que se abren súbitamente y scooters (como las odio) resultaría una quimera. Salud mental creo que se llama eso.
Además de darme todo el tiempo del mundo y de tensar viejos músculos, mis salidas ciclistas me dejan algunos paisajes bonitos o emotivos que iré desgranando en este blog. De momento no mucho mas allá del campo de Cartagena, que no esta el tonelaje de uno para aventuras extremas (con cuestas y eso) pero espero poco apoco ir avanzando. Poco a poco ir viajando.
Molino de La Puebla |
Entre San Javier y Pacheco: Ruralia |
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