Hoy me cuesta mucho no hablar del tema de la "flotilla humanitaria" que dirigiéndose hacia Gaza ha sido atacada impunemente por el ejercito israelí. Los que me conocéis sabéis que el tema del conflicto de oriente próximo me apasiona y me tengo que morder la tecla para no daros la brasa. Al fin y al cabo esto es un blog de viajes,¿no?.
La única reflexion que dejo es la de Ramón Lobo: "Israel no necesita la paz y mientras ésta no sea rentable no la buscará. Son los amigos estadounidenses y europeos los que deberían encarecer el precio del estado de guerra para forzar el compromiso".
A cambio de no daros la brasa os voy a contar mi experiencia con el mundo musulmán.
Mi primer viaje a un país musulmán fue a Gambia , ya la conté en parte en otras entradas. Gambia es musulmana al estilo subsahariano, llena de color y alegría. Absolutamente nada que ver con la imagen dogmática (velo, niqab,burka...) del islam exportado desde Arabia Saudi. Mi primer contacto la religión del corán fue , pues, bastante sorprendente. Me encanto la tolerancia, los vestidos de las mujeres obras de arte del color, el desenfado con el que caminan y todo eso mezclado con las llamadas a la oración desde los minaretes y gente rezando en medio de la calle, en el puerto, en el ferry...Convivencia.
Mi segundo viaje fue a Túnez (Tunisia):
Pudimos oler los jazmines de los jardines de Hammamet; saborear el cordero elemental, cocinado en cazuela de barro en la preciosa pero explotadísima Sidi Bou Said; tocar la arena del desierto en Douz, escuchar los cantos de los almuecines en la medina de Tunis y de Kairouan (cuarta ciudad sagrada del Islam), y mirar en la lejanía desde las colinas de Carthago el increíblemente azul mar mediterráneo.
Fue sobre todo una semana de aproximación al lejanísimo magreb del cual como en casi todo viaje resulto que no esta tan lejos, que nos parecemos mucho mas de lo que sospechábamos. Que ese AZULISIMO mar Mediterráneo, lejos de separarnos nos une. Es increíble.
El norte de Túnez es un ejemplo de paisaje meridional con nada que envidiar a Valencia; Cataluña o el Midi Francés.
La Capital Tunis podría pasar por europea, con la excepción de la medina y el zoco. A mi me recordó al ambiente de Marsella. Poco velo y mucho comercio, poca chilaba y mucho traje de estilo Zara.
Creo que como viajero-turista las cosas se ven de una forma un poco alienada, todo el mundo se esfuerza en mostrar su cara mas amable. Sobre todo en esta cultura donde la hospitalidad es ancestral y forma parte del carácter de los pueblos.
Mis vivencias me dicen que una cosa es lo que vemos en TV y otra cosa es la realidad. Son como hermanos siameses conectados pero diferentes.
Por eso no me creo que todos los palestinos son terroristas, no me creo que todos los Israelíes aprueban el estado de Apparheid impuesto en Gaza y me duele el gran juego geopolítico que cuesta vidas y miseria humana, que rebaja a los pueblos a ideas preconcebidas , cliches racistas y mas de lo mismo.
Parafraseando a Unamuno diría que todas esas cosas se curan viajando, no solo el nacionalismo.
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